Recuerdo de niño, la voz que solía despertarme.
Voz que solía decirme la mañana, con el desayuno servido y un café.
Una voz Elorida.
Me diste la niñez que me hizo palabra y música,
sin pedir nada, has sido luz y brazos fuertes.
He empezado a volar de a poco. Un día seré sol y tal vez no lo verás, pero tu nombre lo dirán países.
Fuiste la artista que me hizo arte.
Mi casa, eso eres.
Mi cuna, eso eres.
El techo que soporta pesos para que el mundo no me aplaste, eso eres.
Lo que me dio principio para ser, eso eres.
Las manos que me alejaron de los abismos, eso eres.
Cuando un día la música se me apague, gritaré hasta sangrar; que te extraño, y millones de gotas de lluvia llorarán conmigo.
Cuando ya no seas luz, ni techo, ni casa.
Serás mi voz por el mundo, mis alas por el viento, mis letras en los libros.
Hoy soy colores por tu pincel de amor.
Gracias mamá, me pintaste la vida.